Una mujer corre


Una mujer corre por la avenida en sentido contrario al tránsito. Ritmo constante, velocidad superior a la de los autos. Hora pico. Paso de hombre para los autos, marcha veloz para ella: Antonia Roldán de Estévez, aunque jamás usé el Estévez. Ni siquiera en el colegio de los nenes. Le gusta imaginar que su nombre así, sin el apellido de su marido, es una marca conocida. Por lo menos para quienes se detienen a pescarlo entre el montón de ilustres desconocidos en los títulos de cierre de alguna tira televisiva. Aprovecha el embotellamiento para cruzar entre las ruedas y perderse en la esquina. Deja atrás las bocinas, se interna por una calle con jardines y veredas amplias. Avanza monótona triturando hojas secas a su paso. Un hilo de vapor sale de su boca, tiene las mejillas rojas. Expira. Inspira. Expira.


Algunas cosas que estuvieron pasando desde que te fuiste


¿Me oís? Al final resolví que te voy a hablar. Ya hubo suficiente texto. No pienso correr el riesgo de seguir escribiendo. Te voy a ir grabando audios. Mensajes de voz
de Whatsapp. Tu casilla todavía está activa. No es que espere que los escuches, no estoy tan loca. Pero me quedan guardados y los puedo ir subiendo a la nube. Alguna utilidad les encontraré. Y si no los borro. Pero tengo que hablarte, nena.

Editorial: Alto pogo

Una mujer corre-Algunas cosas que estuvieron pasando desde que te fuiste - Bibiana Ricciardi

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Una mujer corre


Una mujer corre por la avenida en sentido contrario al tránsito. Ritmo constante, velocidad superior a la de los autos. Hora pico. Paso de hombre para los autos, marcha veloz para ella: Antonia Roldán de Estévez, aunque jamás usé el Estévez. Ni siquiera en el colegio de los nenes. Le gusta imaginar que su nombre así, sin el apellido de su marido, es una marca conocida. Por lo menos para quienes se detienen a pescarlo entre el montón de ilustres desconocidos en los títulos de cierre de alguna tira televisiva. Aprovecha el embotellamiento para cruzar entre las ruedas y perderse en la esquina. Deja atrás las bocinas, se interna por una calle con jardines y veredas amplias. Avanza monótona triturando hojas secas a su paso. Un hilo de vapor sale de su boca, tiene las mejillas rojas. Expira. Inspira. Expira.


Algunas cosas que estuvieron pasando desde que te fuiste


¿Me oís? Al final resolví que te voy a hablar. Ya hubo suficiente texto. No pienso correr el riesgo de seguir escribiendo. Te voy a ir grabando audios. Mensajes de voz
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