Mi reseña

“Este lugar era la renuncia más grande que yo había visto nunca. Y la presencia de Magic, que debía tener sentimientos de algún tipo, profundizó mi sentimiento de desolación. Que el gato estuviera ahi, en esos 120 metros cuadrados, en una eterna postergación, a la misma altura de los escombros, de las latas de pintura, de las decenas de listones de madera vieja, de los dos sillones vencidos y ajados, de cajas tiradas, de bibliotecas llenas de cosas indefinibles, de sillas oxidadas, de aires acondicionados nuevos sin instalar, de un colchón enorme que aún estaba envuelto en su plástico y ocupaba un sector grandísimo del living, de una campera de cuero tirada junto al colchón e impregnada por el olor de su propio orín, del polvo que de tan infinito era abrasivo; que Magic estuviera en medio de todo ese abandono y esa desidia, le daba un nuevo cariz a toda la incapacidad de su dueño. Nunca había estado en obra.”
__________________________
La narradora de esta novela conoce a Andrés en un bar; es lindo, simpático, y le da seguridad porque muestra tener una vida estable, con futuro. Pero Andrés nunca la invita a su casa, prefiere pasar tiempo en su monoambiente. Ella muere de ganas de conocer su lugar, que según él es amplio y cómodo, heredado de sus tíos fallecidos. Pero el depto no está todavía en condiciones, lo está refaccionando y terminando de ordenar, necesita que sólo le de unos días. Pero como esos días son meses, ella insiste, hasta que él accede, y ella se enfrenta con la verdad: Andrés es acumulador. Sillones viejos, ropa tirada, electrodomésticos rotos, biromes secas, cajas de alfajores vacías, folletos, apoya vasos de cartón, tapas de bebidas, computadores arrumbadas, mugre y más mugre, hasta cenizas de parientes cremados, y entre toda esa dejadez vive Magic, su gato. “Las cosas pueden servir para algo, ya las voy a ordenar, tenés que darme tiempo, ya lo voy a resolver, confía en mí. No seas histérica que esto no es nada.” Excelente novela, no me alcanza el espacio para contarles todo lo que quiero; me sentí ahí, apabullada por las cosas, sentí la angustia del abandono, la falta de aire.

Editorial: La parte maldita

Todas las cosas - Nora Rabinowicz

$16.500,00
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“Este lugar era la renuncia más grande que yo había visto nunca. Y la presencia de Magic, que debía tener sentimientos de algún tipo, profundizó mi sentimiento de desolación. Que el gato estuviera ahi, en esos 120 metros cuadrados, en una eterna postergación, a la misma altura de los escombros, de las latas de pintura, de las decenas de listones de madera vieja, de los dos sillones vencidos y ajados, de cajas tiradas, de bibliotecas llenas de cosas indefinibles, de sillas oxidadas, de aires acondicionados nuevos sin instalar, de un colchón enorme que aún estaba envuelto en su plástico y ocupaba un sector grandísimo del living, de una campera de cuero tirada junto al colchón e impregnada por el olor de su propio orín, del polvo que de tan infinito era abrasivo; que Magic estuviera en medio de todo ese abandono y esa desidia, le daba un nuevo cariz a toda la incapacidad de su dueño. Nunca había estado en obra.”
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La narradora de esta novela conoce a Andrés en un bar; es lindo, simpático, y le da seguridad porque muestra tener una vida estable, con futuro. Pero Andrés nunca la invita a su casa, prefiere pasar tiempo en su monoambiente. Ella muere de ganas de conocer su lugar, que según él es amplio y cómodo, heredado de sus tíos fallecidos. Pero el depto no está todavía en condiciones, lo está refaccionando y terminando de ordenar, necesita que sólo le de unos días. Pero como esos días son meses, ella insiste, hasta que él accede, y ella se enfrenta con la verdad: Andrés es acumulador. Sillones viejos, ropa tirada, electrodomésticos rotos, biromes secas, cajas de alfajores vacías, folletos, apoya vasos de cartón, tapas de bebidas, computadores arrumbadas, mugre y más mugre, hasta cenizas de parientes cremados, y entre toda esa dejadez vive Magic, su gato. “Las cosas pueden servir para algo, ya las voy a ordenar, tenés que darme tiempo, ya lo voy a resolver, confía en mí. No seas histérica que esto no es nada.” Excelente novela, no me alcanza el espacio para contarles todo lo que quiero; me sentí ahí, apabullada por las cosas, sentí la angustia del abandono, la falta de aire.

Editorial: La parte maldita