Mi reseña:

"Fui a la cocina, piqué algo de fruta y al regresar encontré a Citlali con mi bordado negro en las manos. Tenía los ojos cerrados y acariciaba los hilos con la yema del índice muy despacio. No quise interrumpirla y me quedé un minuto viendo cómo leía el braille del bordado, hasta que abrió los ojos. Dijo que le gustaba mucho esa idea de reducir el bordado a la textura y al tacto, de bordar para la piel, para sentirlo en la oscuridad".
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La historia comienza cuando Mila, la narradora de la novela, recibe un mensaje por Facebook que no esperaba. Citlali, una gran amiga de su adolescencia y a quien no veía hace dos años, se ahogó en el mar en Senegal. La tragedia se vuelve así el comienzo de un viaje al pasado en el que Mila intentará comprender y tejer sus historias, juntas y por separado; esas que las llevaron al lugar en donde están hoy; en este plano o en otro, juntas o separadas.
Punto de Cruz es la historia de Mila, Dalia y Citlali, tres mexicanas de clase media intelectual que transitan juntas su adolescencia unidas por el amor a la cultura, al tejido y a los viajes, y por el deseo de experimentar, ser mejores personas y ser felices. El texto, de una prosa y trama de incuestionable belleza, se borda con los hilos de una historia sobre ser adolescente y mujer, sobre volverse mujer adulta hoy, sobre la violencia, los viajes y los cambios en tres momentos: la secundaria, el viaje iniciático a Londres y el presente.
Asimismo, la ficción se intercala con datos, historias, mitos y leyendas sobre la tradición de los tejidos en el mundo; el tejido como identidad cultural, como un acto de protesta, como canal de conexión al cuerpo y como salvavidas. La novela está también poblada de referencias literarias y musicales que te recomiendo mucho que anotes.
Punto de Cruz es una novela hermosa y un bordado acuariano que "te (da) más libertad para inventar". 

Editorial: Almadía