Mi reseña:

"Creo que empiezo a entender de qué va el asunto, señora. Usted sugiere que la vida no es sólo despedirse continuamente sino que la vida también tiene mucho de ilusionarse humanamente con volver a encontrar aquello que hemos despedido."
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Roberto, un hombre de casi 64 años e hipocondríaco que escapa de la oscuridad de su casa y de su vida, un día que parece como cualquier otro, se anima a subir al tren de la línea Mitre en la estación José León Suárez y su vida toma un rumbo inesperado. Allí conoce a Mariela, una mujer también solitaria y que evita estar en su casa para no excederse con la comida. El roce de sus cuerpos despierta entonces en ambos un deseo olvidado y, juntos, con sus rodillas perdidamente enamoradas, se embarcan en un viaje de ida y vuelta a Retiro.
El vagón de la línea de ferrocarril en los años 90 es el escenario principal de la historia de amor entre Roberto y Mariela. A lo largo del recorrido, su amor va pasando por distintas etapas; desde el enamoramiento y el deseo desbordado hasta los conflictos y los reclamos. Y el viaje en tren se vuelve una analogía de la vida misma. Personas que llegan a sus vidas por una sola estación, vendedores de cremas milagrosas, de cinco alfajores por $1, de Titas y Rhodesias; personas que entran y salen por las ventanas.
La prosa en Mitre tiene ritmo, cadencia, es musical; es también texturada y colorida. Las situaciones y los diálogos son caricaturescos; la descripción minuciosa, junto a las oraciones largas, te sumerge en la vorágine de un viaje como ningún otro.
Si te gustan las historias de amor, las situaciones divertidas e inesperadas que rozan lo grotesco, este libro es para vos. Si te gusta que, además de todo esto, una historia te saque de lo hegemónico y de tu zona de confort, este libro es para vos.
Mucha energía de Libra, Géminis y Acuario.

Editorial: Club Cinco