Mi reseña:

La niñera que cuida de lxs gemelxs de meses de edad de Alice y Rixti, se encuentra un día con una de las escenas más estremecedoras: ambos bebés muertos sobre la cama y Alice inmutable sentada en el sillón. Minutos antes, lxs había ahogado en la bañadera. Así comienza la novela.
La narradora de “Las Madres No” no es ni la niñera ni Alice, sino una escritora y madre primeriza reciente, shockeada por la noticia. Había conocido fugazmente a Alice, Jade en ese entonces, once años atrás. Con esto en mente, recibe una llamada del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco para recibir un premio por su único libro publicado un año y medio antes. Una llamada clave que le revela que ella ya no es ella. Para recomponerse como escritora, entonces, sólo puede volver a escribir. Decide así investigar en profundidad el caso de Alice, quien no sólo ya no es Jade, sino que acaba de cometer infanticidio con sus propios hijxs. 
El tema asusta, lo sé, como para no; sin embargo, es una novela que se enfoca más en la reconstrucción de una historia, de una mujer que comete uno de los crímenes más escalofriantes. Es un texto que reflexiona sobre las mujeres, las madres y lxs niñxs a lo largo del tiempo, sobre la maternidad deseada, la no deseada, sobre la maternidad y el tedio, la maternidad y el escribir, los miedos fatalistas. 
¿Cómo puede alguien hacer algo así? ¿Qué sintió justo antes? ¿Fue depresión postparto devenida en psicosis? ¿Fue maldad? ¿Fue la pulsión de muerte ganando terreno sobre el ímpetu de vida? Una lectura que merece nuestra atención, que observemos en detalle. Muy, muy bien escrita. Mucha energía de escorpio y virgo.

Editorial: Tránsito