Mi reseña:

“La primera chica fue la del subte. […] Tenía la cara y los brazos completamente desfigurados por una quemadura extensa, completa y profunda; ella explicaba cuánto tiempo le había costado recuperarse, los meses de infecciones, hospital y dolor, con su boca sin labios y una nariz pésimamente reconstruida; le quedaba un solo ojo, el otro era un hueco de piel, y la cara toda, la cabeza, el cuello, una mascara marrón recorrida por telarañas. En la nuca conservaba un mechón de pelo largo, lo que acrecentaba el efecto ,mascara: era la única parte de la cabeza que el fuego no había alcanzado. Tampoco había alcanzado las manos, que eran morenas y siempre estaban un poco sucias de manipular el dinero que mendigaba.”
____________________________
Las cosas que perdimos en el fuego es un libro de 12 cuentos de terror; si bien está la presencia de fantasmas y casas embrujadas en varios de ellos, el terror se ve en lo real, en las vidas de las personas, en la cotidianidad. El terror esta en vivir en la calle, en barrios carenciados y abandonados en donde la muerte y las drogas son parte de la supervivencia. El terror está en la violencia diaria, en la locura. El terror vive en las mujeres que como denuncia a los imparables femicidios se zambullen en hogueras; una mujer vive el terror de vivir sola en una casa en Constitución y respirar constantes situaciones violentas, de drogas, asesinatos, torturas e infanticidio; niños que se arrancan las uñas, se cortan, se liman los dientes; niños abandonados por padres absorbidos por la droga y la delincuencia producto de una desigualdad social; parejas ya desechas que fueron en su momento salvadoras y que hoy solo producen asco, miedo y sufrimiento; padres que sufren la hiperinflación para luego padecer la convertibilidad; un guía de turismo que relata historias sobre asesinatos a turistas que recorren Bs As; una mujer que no encuentra compañía en su pareja y termina creando un personaje de una calavera humana. 12 relatos que cuentan historias de violencia, infelicidad, estancamiento, muerte, locura, abandono y adicciones. Excelente. Excelente.

Editorial: Anagrama

Las cosas que perdimos en el fuego - Mariana Enriquez

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“La primera chica fue la del subte. […] Tenía la cara y los brazos completamente desfigurados por una quemadura extensa, completa y profunda; ella explicaba cuánto tiempo le había costado recuperarse, los meses de infecciones, hospital y dolor, con su boca sin labios y una nariz pésimamente reconstruida; le quedaba un solo ojo, el otro era un hueco de piel, y la cara toda, la cabeza, el cuello, una mascara marrón recorrida por telarañas. En la nuca conservaba un mechón de pelo largo, lo que acrecentaba el efecto ,mascara: era la única parte de la cabeza que el fuego no había alcanzado. Tampoco había alcanzado las manos, que eran morenas y siempre estaban un poco sucias de manipular el dinero que mendigaba.”
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Las cosas que perdimos en el fuego es un libro de 12 cuentos de terror; si bien está la presencia de fantasmas y casas embrujadas en varios de ellos, el terror se ve en lo real, en las vidas de las personas, en la cotidianidad. El terror esta en vivir en la calle, en barrios carenciados y abandonados en donde la muerte y las drogas son parte de la supervivencia. El terror está en la violencia diaria, en la locura. El terror vive en las mujeres que como denuncia a los imparables femicidios se zambullen en hogueras; una mujer vive el terror de vivir sola en una casa en Constitución y respirar constantes situaciones violentas, de drogas, asesinatos, torturas e infanticidio; niños que se arrancan las uñas, se cortan, se liman los dientes; niños abandonados por padres absorbidos por la droga y la delincuencia producto de una desigualdad social; parejas ya desechas que fueron en su momento salvadoras y que hoy solo producen asco, miedo y sufrimiento; padres que sufren la hiperinflación para luego padecer la convertibilidad; un guía de turismo que relata historias sobre asesinatos a turistas que recorren Bs As; una mujer que no encuentra compañía en su pareja y termina creando un personaje de una calavera humana. 12 relatos que cuentan historias de violencia, infelicidad, estancamiento, muerte, locura, abandono y adicciones. Excelente. Excelente.

Editorial: Anagrama