Mi reseña:

«Entre los rotos nos reconocemos fácilmente. Nos atraemos y repelemos en igual medida. Conformamos un gremio triste y derrotado. Somos la aldea que se fundó junto al volcán, la ciudad que se alzó sobre terreno inestable. Todos los días son el día del gran terremoto. Se vendrá abajo nuestro pueblo. De un momento a otro desaparecerá de la faz de la Tierra».
___________________________
Cuántos recuerdos guarda una foto; te ubica en el tiempo, en la vida, despierta los sentidos y uno observa ese segundo que se vuelve eterno. La narradora de «Entre los rotos» encuentra unas fotografías que su hermano Julián decidió guardar y a partir de ahí construye la historia de su infancia y juventud.

«Entre los rotos» es la historia de una familia veracruzana; dos niños y una madre presos de los «puños de piedra» de un padre narcisista, traidor, violento; presos de un «presente inescapable».  Luego de un evento de extrema violencia, Julián se encierra en un silencio inquebrantable que la narradora insistirá en fracturar. Sin embargo, ellos ya están rotos, y la grieta de los rotos se profundiza y parece no tener forma de sanar. Los rotos terminan siendo verdugos de sí mismos y de quienes aman; aprenden a defenderse constantemente y a atacar de ser necesario. Los rotos no pueden cuidar de otros rotos.

Las fotografías y el significado y peso de las palabras van hilando un relato que habla sobre la familia, los hermanos, la violencia doméstica y de género, la culpa, la traición, el amor y el silencio como arma y escudo.

Capítulos cortos, algunos incluso fragmentos; una prosa ágil, sencilla y profunda. No sobran las palabras ni los silencios. Otra gran lectura.

La recomiendo MUCHO.

«Este es el problema con el silencio: siempre gana. Uno cree que lo controla, pero es él quien realmente manda».

Editorial: Concreto