Mi reseña:

"Cuando está a bordo, siente que los hombres se le van acercando - círculo encendido y caliente -, que el círculo se cierra, lento - presagio de palabras fuertes dichas a su oído a la menor oportunidad; sueños ateridos de sombras que se cruzan, figuras que pretenden retenerla, cada una en su abrazo exclusivo."
___________________
"Al subir a bordo, una multitud de miradas celestes le corretea las piernas" es la frase que abre la novela publicada en 1933 de la escritora argentina Norah Lange (1905-1972). Rodeada de hombres como siempre estuvo Norah está también Ingrid, una mujer que se aventura en un barco de carga desde Buenos Aires rumbo a Oslo, Noruega, sola junto a una tripulación de marineros. Y también como Norah, Ingrid desafiará el rol convencional de mujer de la época; consciente de "su destino de mujer" y del incesante recorrido de ojos masculinos por su cuerpo joven ella rechazará los brazos y los labios de los hombres que intentarán responsabilizarla por el deseo que ellos sienten. Con valentía y altura disparará respuestas inteligentes y llenas de ironía que descolocan al capitán y a su tripulación quienes intentan seducirla con insistentes declaraciones de amor hiperbólicas y un romanticismo devenido en machismo. Ellos creen saber lo que ella necesita, incluso están convencidos de lo que ella sentirá al acceder a sus pedidos y demandas de una supuesta condición de hombre.
"45 días y 30 marineros" es una novela rupturista de una prosa poética bellísima. Norah Lange seduce y crea un clima de tensión sexual constante en el que es la mujer quien tiene el control y el poder de decisión. Norah Lange, si bien fue reconocida por sus contemporáneos (publicaba en las revistas Martín Fierro y Proa), trascendió principalmente por ser amiga de Borges y de Marechal, y por haber estado casada con Girondo. Por suerte, muchas escritoras olvidadas comienzan a ser hoy recordadas y reconocidas por ellas mismas, por su poesía y por su prosa, y no por los hombres que las rodearon.
Leamoslas a ellas.

Editorial: Interzona

45 días y 30 marineros - Norah Lange

$22.900,00
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"Cuando está a bordo, siente que los hombres se le van acercando - círculo encendido y caliente -, que el círculo se cierra, lento - presagio de palabras fuertes dichas a su oído a la menor oportunidad; sueños ateridos de sombras que se cruzan, figuras que pretenden retenerla, cada una en su abrazo exclusivo."
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"Al subir a bordo, una multitud de miradas celestes le corretea las piernas" es la frase que abre la novela publicada en 1933 de la escritora argentina Norah Lange (1905-1972). Rodeada de hombres como siempre estuvo Norah está también Ingrid, una mujer que se aventura en un barco de carga desde Buenos Aires rumbo a Oslo, Noruega, sola junto a una tripulación de marineros. Y también como Norah, Ingrid desafiará el rol convencional de mujer de la época; consciente de "su destino de mujer" y del incesante recorrido de ojos masculinos por su cuerpo joven ella rechazará los brazos y los labios de los hombres que intentarán responsabilizarla por el deseo que ellos sienten. Con valentía y altura disparará respuestas inteligentes y llenas de ironía que descolocan al capitán y a su tripulación quienes intentan seducirla con insistentes declaraciones de amor hiperbólicas y un romanticismo devenido en machismo. Ellos creen saber lo que ella necesita, incluso están convencidos de lo que ella sentirá al acceder a sus pedidos y demandas de una supuesta condición de hombre.
"45 días y 30 marineros" es una novela rupturista de una prosa poética bellísima. Norah Lange seduce y crea un clima de tensión sexual constante en el que es la mujer quien tiene el control y el poder de decisión. Norah Lange, si bien fue reconocida por sus contemporáneos (publicaba en las revistas Martín Fierro y Proa), trascendió principalmente por ser amiga de Borges y de Marechal, y por haber estado casada con Girondo. Por suerte, muchas escritoras olvidadas comienzan a ser hoy recordadas y reconocidas por ellas mismas, por su poesía y por su prosa, y no por los hombres que las rodearon.
Leamoslas a ellas.

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