Mi reseña:

“Todo puede ser dicho por teléfono, señorita, todo. Yo digo todo por teléfono y eso nunca me ha traído la menor molestia. Para serle franca, creo que fuera del teléfono jamás he pronunciado una sola palabra, salvo alguna orden a la cocinera.”
______________________
Terminé de leer esta obra de Silvina Bullrich (1915-1990) hace unos días; es una obra corta, 85 páginas y de prosa muy sencilla. El primer sabor al terminar de leerla diría que fue más bien insípido. Pero como es el único texto que leí de ella, me quede pensando y leí un poco de su vida y distintas críticas. Fue escrita en 1956 y narra la historia de Clara, una mujer que pertenece a un sector de la clase privilegiada; está casada con Simón, un hombre involucrado en negocios importantes y vinculado con familias muy adineradas, y un día recibe un llamado telefónico de una mujer que se presenta como la secretaria de su ex amante, y la amenaza con sacar a la luz un romance que Clara tuvo años atrás. ¿Qué quiere? Plata, por supuesto. Salvo gracias a algunos flashbacks en donde conocemos en detalle el vinculo amoroso que nos concierne, las conversaciones se dan con el teléfono de por medio. Todas las relaciones que Clara tiene con sus amistades son alimentadas, o sostenidas, con el aparato como intermediario; mantienen conversaciones banales sobre ropa, joyas, peinados; los personajes siempre encuentran alguna excusa para no verse personalmente. ¿Habra algo que ocultar además de una historia de amor pasada? El conflicto tiene, para mi, un desenlace pobre, demasiado fácil. Sin embargo quizás podemos prestar atención a las entrelineas, una escritora que perteneció a la clase privilegiada de la época, nieta de embajadores y diplomáticos, que critica ese sector que tiene acceso a cultura gracias a su poder adquisitivo, que tiene fácil llegada a viajar, vivir en el exterior, y que los conflictos centrales están en torno al dinero y al estatus social. Una tristeza se puede percibir en los silencios telefónicos o en la espera de que la operadora logre conectar con el número correcto.

Editorial: Mardulce

Teléfono ocupado - Silvina Bullrich

$3.500,00
Sin stock
Teléfono ocupado - Silvina Bullrich $3.500,00
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Mi reseña:

“Todo puede ser dicho por teléfono, señorita, todo. Yo digo todo por teléfono y eso nunca me ha traído la menor molestia. Para serle franca, creo que fuera del teléfono jamás he pronunciado una sola palabra, salvo alguna orden a la cocinera.”
______________________
Terminé de leer esta obra de Silvina Bullrich (1915-1990) hace unos días; es una obra corta, 85 páginas y de prosa muy sencilla. El primer sabor al terminar de leerla diría que fue más bien insípido. Pero como es el único texto que leí de ella, me quede pensando y leí un poco de su vida y distintas críticas. Fue escrita en 1956 y narra la historia de Clara, una mujer que pertenece a un sector de la clase privilegiada; está casada con Simón, un hombre involucrado en negocios importantes y vinculado con familias muy adineradas, y un día recibe un llamado telefónico de una mujer que se presenta como la secretaria de su ex amante, y la amenaza con sacar a la luz un romance que Clara tuvo años atrás. ¿Qué quiere? Plata, por supuesto. Salvo gracias a algunos flashbacks en donde conocemos en detalle el vinculo amoroso que nos concierne, las conversaciones se dan con el teléfono de por medio. Todas las relaciones que Clara tiene con sus amistades son alimentadas, o sostenidas, con el aparato como intermediario; mantienen conversaciones banales sobre ropa, joyas, peinados; los personajes siempre encuentran alguna excusa para no verse personalmente. ¿Habra algo que ocultar además de una historia de amor pasada? El conflicto tiene, para mi, un desenlace pobre, demasiado fácil. Sin embargo quizás podemos prestar atención a las entrelineas, una escritora que perteneció a la clase privilegiada de la época, nieta de embajadores y diplomáticos, que critica ese sector que tiene acceso a cultura gracias a su poder adquisitivo, que tiene fácil llegada a viajar, vivir en el exterior, y que los conflictos centrales están en torno al dinero y al estatus social. Una tristeza se puede percibir en los silencios telefónicos o en la espera de que la operadora logre conectar con el número correcto.

Editorial: Mardulce