Mi reseña:

"Cuando uno muere, la parte de uno que era de la vida y no del mundo se libera hacia la vida. Y que la gravedad, que es la ley de todos, es lo mismo que el amor. Al morir, la vida se libera de la ley del amor para entrar en el amor sin ley, que es la libertad. Pero nosotros no nos liberemos. No nos separemos. No dejemos de tener donde pesar."
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Recibí Somos luces abismales a través de la suscripción literaria @pez.banana.club ; no conocía ni el libro ni a la autora. Son ocho textos en los que la autora entrelaza cuestionamientos filosóficos con historias pequeñas pero contundentes, situaciones cotidianas y conflictos habituales. La presencia de vinculos familiares y de amistad, comportamientos animales y el desarrollo natural de nuestro planeta disparan interrogantes sobre el espacio y el tiempo en la Tierra, desde el lugar en donde estamos, nuestra identidad como personas, nuestras raíces. La muerte temprana de una amiga abre las puertas a uno de los mayores incógnitas: ¿qué sucede con la persona cuando el cuerpo deja de responder? La persona no es el cuerpo, ¿dónde está ahora? "Somos luces abismales" son ensayos que me llevaron a colarme en preguntas difíciles de comprender y a veces de afrontar, a pesar de ello, la prosa poética y el intercalado uso de métrica poética me permitieron ir con el pensamiento a donde a veces no queremos y sin embargo disfrutarlo. "Algunas veces he pretendido poner mi corazón en lo que me ha parecido que no tenía corazón. El hueco vacío que he sentido fuera de mí se me ha llevado el centro." 

Editorial: Blatt & Ríos