Mi reseña:

Klaas, Kees y Gerson son tres hermanos; los dos primeros gemelos, el tercero el menor. Ellos viven con su padre y su perro; su madre los ha abandonado y ha partido a Italia, de un momento a otro. Nadie comprende por qué. La vida continúa, de todos modos y sin remedio, y los hermanos, leales a su condición, disfrutan de jugar entre ellos. Especialmente de jugar a "Negro", nombre que le pusieron a una suerte de juego de las escondidas, pero a ciegas. La regla principal es no abrir los ojos. La confianza entre ellos es incuestionable. Un día, con los perales de flor blanca como testigos, "Negro" queda en el pasado y un hecho les cambiará el camino para siempre, un hecho que transformará la forma de relacionarse, la dinámica familiar, el modo de ver el futuro y de ver, y sentir, la vida misma.
La voz narrativa es, inicialmente, aunque en absoluto molesta, confusa. Hay un narrador que habla en primera persona del plural, pero nunca hay un "yo", y los diálogos siguen una tercera persona. Con la trama más avanzada, aparecen también otras voces. Otra particularidad es que, independientemente de la voz narrativa, el tono parece infantil desde la perspectiva de un lectorx adultx, quizás hasta fabulezca. Tampoco es esto un aspecto negativo, sino que por el contrario; la voz es siempre extremadamente sensible y sin ningún exceso.
"Los perales tienen la flor blanca" es una hermosísima novela que te rompe el corazón. Muchos quizás se pregunten cómo puede ser lindo que te rompa el corazón, pero lo es. Lo es porque las imágenes son bellísimas, detienen el tiempo para que las veamos, las sintamos y las hagamos propias y parte de nuestra experiencia. Es una hermosísima novela porque la trama, tan dura como verosímil, lx cambia a unx también. 

Editorial: Dualidad

Los perales tienen la flor blanca - Gerbrand Bakker

$26.000,00
Los perales tienen la flor blanca - Gerbrand Bakker $26.000,00
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Mi reseña:

Klaas, Kees y Gerson son tres hermanos; los dos primeros gemelos, el tercero el menor. Ellos viven con su padre y su perro; su madre los ha abandonado y ha partido a Italia, de un momento a otro. Nadie comprende por qué. La vida continúa, de todos modos y sin remedio, y los hermanos, leales a su condición, disfrutan de jugar entre ellos. Especialmente de jugar a "Negro", nombre que le pusieron a una suerte de juego de las escondidas, pero a ciegas. La regla principal es no abrir los ojos. La confianza entre ellos es incuestionable. Un día, con los perales de flor blanca como testigos, "Negro" queda en el pasado y un hecho les cambiará el camino para siempre, un hecho que transformará la forma de relacionarse, la dinámica familiar, el modo de ver el futuro y de ver, y sentir, la vida misma.
La voz narrativa es, inicialmente, aunque en absoluto molesta, confusa. Hay un narrador que habla en primera persona del plural, pero nunca hay un "yo", y los diálogos siguen una tercera persona. Con la trama más avanzada, aparecen también otras voces. Otra particularidad es que, independientemente de la voz narrativa, el tono parece infantil desde la perspectiva de un lectorx adultx, quizás hasta fabulezca. Tampoco es esto un aspecto negativo, sino que por el contrario; la voz es siempre extremadamente sensible y sin ningún exceso.
"Los perales tienen la flor blanca" es una hermosísima novela que te rompe el corazón. Muchos quizás se pregunten cómo puede ser lindo que te rompa el corazón, pero lo es. Lo es porque las imágenes son bellísimas, detienen el tiempo para que las veamos, las sintamos y las hagamos propias y parte de nuestra experiencia. Es una hermosísima novela porque la trama, tan dura como verosímil, lx cambia a unx también. 

Editorial: Dualidad