Mi reseña:

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«Comencé a quitar sus capas, casi se deshacía entre mis dedos. De pronto se abrió y en el centro había un especie de conducto donde cabía casi entero el meñique. Era un lugar tibio, seguro. Como un hogar». 

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Luego de una década de no saber nada de su padre, Andrea, la narradora, recibe un llamado de él pidiéndole que lo vaya a ver a Estados Unidos, donde reside hoy. Casi todos los recuerdos que Andrea tiene de su padre, el alcohol es parte del relato, y también lo es la muerte de Gabriel, su hermanito, años atrás. Andrea decide entonces encontrarse con su padre, pero antes viaja a San Luis de Potosí en busca de su abuela paterna con el fin de averiguar más sobre ese hombre que decidió desaparecer de su vida y de la de su madre 10 años atrás. 

¿Qué lleva a una persona a desaparecer de la vida de la familia que formó de un día para el otro? Eugenio Millá, un escritor a quien Andrea está entrevistando en varias sesiones, tendrá un rol fundamental en la búsqueda de la protagonista, una búsqueda que tiene mucho que ver con su propia identidad.

«La noche será negra y blanca» es una historia familiar atravesada por las adicciones y la tragedia. Es breve y conmovedora; nos invita a acompañar a la narradora a sacar una a una las capas de su propia historia para llegar al centro de sí misma.

Es una novela ideal para quienes prefieren las historias breves y que desean llegar a una profundidad sin ser desgarrados.

Mucha agua, mucha energía de cáncer, porque es una historia familiar, del origen y de la identidad; de piscis por el perdón, la empatía y la evasión, y de escorpio, porque la vida y la muerte, como siempre, se entretejen.

Editorial: La parte maldita