Mi reseña:

"El terapeuta dice que si uno tiene razones para vivir, puede salvarse. Si mi mamá muere ¿no tiene razones? ¿Nosotros - yo - no somos suficientes?"
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Realmente creo que nada, nada te prepara para la muerte de alguien. Ni siquiera una enfermedad larga que, de algún modo, la anticipe. "Ella estuvo entre nosotros" tocó una herida en mí que de a poco va cicatrizando y por eso durante la lectura sentí que me apuraba por llegar al final. Tuve que esforzarme por pausar. "Que se termine", pensaba. Pero como siempre digo, si una historia te conmueve, te representa, te interpela o te hace reflexionar, hay algo que está bien hecho. Y esta breve novela chilena logró todo eso.
La narradora es una niña de 14 años que vive en la ciudad de Santiago. A su mamá le diagnosticaron cáncer de ovarios y atraviesa un duro tratamiento de quimioterapia que le extiende la vida pero que no se la perdona. Ella nunca había pronunciado la palabra cáncer, ni siquiera había escuchado el término quimioterapia. De pronto, son parte de cada minuto de su vida. "Yo no quiero ser valiente, yo quiero ser una niña", dice. Sin embargo, ella no lo transita porque es valiente, lo vive porque no le queda otra. Y lo hace rodeada de una familia a la que ella apoda "la familia eufemismo", con los privilegios de la salud privada en Chile donde, según ella, todes y todo es hegemónico.
"Ella estuvo entre nosotros" es la historia de una adolescente que pierde a su mamá en un momento formativo y de profundo desarrollo, y desde ahí podrá observar con otros ojos los vínculos familiares, los privilegios de clase y, también y no menor, las prioridades personales de quienes la rodean.
Dolorosa, hermosa, verosímil, muy bien escrita. La recomiendo.

Editorial: Overol