Al igual que en Frankeinstein de Mary Shelley, obra que dicho sea de paso cumple doscientos años a la salida de este libro, la palabra “monstruo” rara vez se menciona en la novela que Martín Servelli nos entrega aquí ¿Y entonces por qué ese título? Bueno, habrá que leer… habrá que adentrarse en esa Buenos Aires discrónica e incierta que Servelli arma para buscar el verdadero significado de lo informe; habrá que conocer a esos personajes armados con requechos de cultura sacados de enciclopedias de Salvat, los Beatles, chichas industriales y ciencia clase Arlt. 

Pero algo adelantamos. Lo monstruoso se vive en el cruce, en los elementos humanos, animales y necrológicos, creando en la lectura seres de facultades literarias y físicas sobrenaturales. No digamos más. 

Continuadora del Golem que crea Laiseca en El jardín de las máquinas parlantes o de La Fiesta del monstruo de Bustoc Domeq (Borges y Bioy) y de tantas otras almas diseñadas que dio la literatura argentina, El monstruo, de Martín Servelli, llegó para quedarse y convivir con nosotros, nos guste o no. 

Editorial: Piloto de tormenta