Mi reseña:

“Visto desde el mar mientras se remaba, resultado notable cómo los árboles se contorsionaban, se sacudían y encogían al punto de que algunos parecían arrastrarse con tal de protegerse del viento. Luego los troncos acababan reventando, o bien se pudrían y se hundían, y los árboles muertos empujaban o aplastaban a los que aún conservaban algo de verde en la copa, formando entre todos una maraña de obstinada sumisión. La tierra brillaba a través de los aguijones castaños, con excepción de la zona donde los abetos habían optado por reptar en lugar de elevarse, y su verdor crecía con una especie de lujurioso frenesí, húmedo y reluciente como en plena jungla.”
___________
Tove Jansson (1914-2001) fue una escritora y artista finlandesa, nació en Helsinski en el seno de una familia que siempre estimuló la imaginación y la creatividad. “El libro del verano” se publicó por primera vez en 1972, y es la historia de una niña, Sophia, que vive con su abuela y su padre en una isla en el golfo de Finlandia. Tan corto es el verano en ese punto norte del planeta que sus habitantes reciben y festejan esas semanas con inmensa alegría. La historia no transcurre en un verano en particular; comienza en julio, luego salta a abril para terminar en agosto. Sophia y su abuela tienen un vínculo muy estrecho no obstante es un lazo que se corre del estereotipo, se aman y se pelean; la abuela es muy auténtica y nos sorprende con sus respuestas que saltan de amorosas a filosas y a retos sin filtro. Pero el foco no está puesto en los personajes (no hay descripciones físicas ni datos concretos, el padre tiene un rol secundario, y hay personajes que aparecen fugazmente), sino que los protagonistas son acá la naturaleza, las experiencias, y el pensamiento. Sophia y su abuela tienen conversaciones sobre religión y filosofía; ¿cómo hace “Dios para poder seguir el ritmo y atender los pedidos de toda la gente” que reza al mismo tiempo?; se cuestionan sobre el amor, que a pesar de que a veces no es correspondido, la respuesta siempre es seguir amando más y más; sobre la muerte y sus eufemismos, y el significado de la vida.
Asimismo, las descripciones de los árboles, del mar, del cielo, de la vegetación son tan vívidas, envolventes y hermosas que los lleva a uno a leerlas una y otra vez como a un poema, y cerrar los ojos y poder escuchar el viento y sentir los aromas finlandeses. Muy hermoso.

Editorial: Compañía Naviera Ilimitada

El libro del verano - Tove Jansson

$29.900,00
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“Visto desde el mar mientras se remaba, resultado notable cómo los árboles se contorsionaban, se sacudían y encogían al punto de que algunos parecían arrastrarse con tal de protegerse del viento. Luego los troncos acababan reventando, o bien se pudrían y se hundían, y los árboles muertos empujaban o aplastaban a los que aún conservaban algo de verde en la copa, formando entre todos una maraña de obstinada sumisión. La tierra brillaba a través de los aguijones castaños, con excepción de la zona donde los abetos habían optado por reptar en lugar de elevarse, y su verdor crecía con una especie de lujurioso frenesí, húmedo y reluciente como en plena jungla.”
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Tove Jansson (1914-2001) fue una escritora y artista finlandesa, nació en Helsinski en el seno de una familia que siempre estimuló la imaginación y la creatividad. “El libro del verano” se publicó por primera vez en 1972, y es la historia de una niña, Sophia, que vive con su abuela y su padre en una isla en el golfo de Finlandia. Tan corto es el verano en ese punto norte del planeta que sus habitantes reciben y festejan esas semanas con inmensa alegría. La historia no transcurre en un verano en particular; comienza en julio, luego salta a abril para terminar en agosto. Sophia y su abuela tienen un vínculo muy estrecho no obstante es un lazo que se corre del estereotipo, se aman y se pelean; la abuela es muy auténtica y nos sorprende con sus respuestas que saltan de amorosas a filosas y a retos sin filtro. Pero el foco no está puesto en los personajes (no hay descripciones físicas ni datos concretos, el padre tiene un rol secundario, y hay personajes que aparecen fugazmente), sino que los protagonistas son acá la naturaleza, las experiencias, y el pensamiento. Sophia y su abuela tienen conversaciones sobre religión y filosofía; ¿cómo hace “Dios para poder seguir el ritmo y atender los pedidos de toda la gente” que reza al mismo tiempo?; se cuestionan sobre el amor, que a pesar de que a veces no es correspondido, la respuesta siempre es seguir amando más y más; sobre la muerte y sus eufemismos, y el significado de la vida.
Asimismo, las descripciones de los árboles, del mar, del cielo, de la vegetación son tan vívidas, envolventes y hermosas que los lleva a uno a leerlas una y otra vez como a un poema, y cerrar los ojos y poder escuchar el viento y sentir los aromas finlandeses. Muy hermoso.

Editorial: Compañía Naviera Ilimitada