Mi reseña:

 

“El jueves 30 de diciembre del 2004, una banda de rocanrol de Villa Celina - localidad del Partido de La Matanza en la provincia de Buenos Aires - tocaría en el boliche República de Cromañón. Presentaría su tercer y último disco, Roncanroles sin destino, compuesto de catorce canciones; entre ellas <<Distinto>>, la canción de apertura del disco y del show. La canción empezaba así: <<A consumirme, a incendiarme, a reír sin preocuparme, hoy vine hasta acá>>. La banda se llamaba Callejeros.”
___La banda Callejeros presentó 3 recitales en el boliche República de Cromañón, ubicado en el barrio de Once, a fin de año del 2004: 28, 29 y 30 de diciembre. Era una noche de muchísimo calor en Buenos Aires, la entrada era “una puertita diminuta en medio de una fábrica gigantesca y pesada”, la capacidad de gente estaba excedida y la puerta de emergencia estaba cerrada con cadenas, no vaya a ser que alguno quisiera colarse. Minutos antes de que comenzara Callejeros a tocar, el dueño del local, Omar Chabán, se retiró del lugar. Una chispa de fuego de una bengala alcanzó la media sombra y comenzó el desastre. 194 muertos y casi 1500 heridos; desde bebés hasta adultos de 30 años. Camila Fabbri fue el 29, la noche anterior a la tragedia. Pero su novio y otros amigos estuvieron ahí ese día; hoy, 15 años después, algunos pueden contar la historia, otros no. “El día que apagaron la luz” es una novela de no ficción en la que, a través de memorias propias de una adolescencia rolinga, entrevistas y testimonios, la escritora nos cuenta cómo se vivió esa noche desde distintas perspectivas. La furia que sintieron algunos por no conseguir entradas para ir o porque sus padres no los dejaron hoy es otro tipo de furia, una mezclada con alivio y culpa. Sobrevivientes que estuvieron internados por semanas en el Instituto del Quemado, los que perdieron amigos, novios y novias, padres que pueden hablar porque sus hijos se salvaron: sus voces cuentan hoy qué estaban haciendo ese día. ¿Y qué estaba haciendo yo ese día? Tenía 21 años, estaba en el campo en Córdoba, y tengo la suerte de poder leer la novela sin pensar en una pérdida cercana.

 

Editorial: Seix Barral

El día que apagaron la luz - Camila Fabbri

$28.900,00
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“El jueves 30 de diciembre del 2004, una banda de rocanrol de Villa Celina - localidad del Partido de La Matanza en la provincia de Buenos Aires - tocaría en el boliche República de Cromañón. Presentaría su tercer y último disco, Roncanroles sin destino, compuesto de catorce canciones; entre ellas <<Distinto>>, la canción de apertura del disco y del show. La canción empezaba así: <<A consumirme, a incendiarme, a reír sin preocuparme, hoy vine hasta acá>>. La banda se llamaba Callejeros.”
___La banda Callejeros presentó 3 recitales en el boliche República de Cromañón, ubicado en el barrio de Once, a fin de año del 2004: 28, 29 y 30 de diciembre. Era una noche de muchísimo calor en Buenos Aires, la entrada era “una puertita diminuta en medio de una fábrica gigantesca y pesada”, la capacidad de gente estaba excedida y la puerta de emergencia estaba cerrada con cadenas, no vaya a ser que alguno quisiera colarse. Minutos antes de que comenzara Callejeros a tocar, el dueño del local, Omar Chabán, se retiró del lugar. Una chispa de fuego de una bengala alcanzó la media sombra y comenzó el desastre. 194 muertos y casi 1500 heridos; desde bebés hasta adultos de 30 años. Camila Fabbri fue el 29, la noche anterior a la tragedia. Pero su novio y otros amigos estuvieron ahí ese día; hoy, 15 años después, algunos pueden contar la historia, otros no. “El día que apagaron la luz” es una novela de no ficción en la que, a través de memorias propias de una adolescencia rolinga, entrevistas y testimonios, la escritora nos cuenta cómo se vivió esa noche desde distintas perspectivas. La furia que sintieron algunos por no conseguir entradas para ir o porque sus padres no los dejaron hoy es otro tipo de furia, una mezclada con alivio y culpa. Sobrevivientes que estuvieron internados por semanas en el Instituto del Quemado, los que perdieron amigos, novios y novias, padres que pueden hablar porque sus hijos se salvaron: sus voces cuentan hoy qué estaban haciendo ese día. ¿Y qué estaba haciendo yo ese día? Tenía 21 años, estaba en el campo en Córdoba, y tengo la suerte de poder leer la novela sin pensar en una pérdida cercana.

 

Editorial: Seix Barral